JUGUETES PARA TODOS

* Este texto fue enviado por el servicio de Logopedia de San Juan de Dios.

"En estos días que ya comienza a respirarse ambiente navideño, podemos salir a las calles y encontrarnos con padres e hijos que recorren cada centímetro de las áreas comerciales con el fin de escoger entre la múltiple y variada oferta de juegos, juguetes, muñecos, bicicletas, etc. Está tan dentro de cada uno de nosotros que ya es algo tan natural como respirar.
Sin embargo, no solemos pensar que hay niños y niñas que por su limitación física, psíquica y/o sensorial presentan un mayor problema para acercarse a ese disfrute.
En algunas ocasiones, los niños que padecen algún tipo de déficit pueden utilizar los juguetes comercializados, pero en muchas otras circunstancias la accesibilidad de materiales lúdicos para este tipo de niños es reducida o nula. Cuando el juguete no puede ser usado por parte de estos niños y niñas tal y como se comercializa, a veces es posible variar los objetivos o reglas del juego o realizar algunas modificaciones que permitan un aprovechamiento mayor del juguete
Cuando en diversos medios se trata el tema de la diversidad, se hace desde diferentes puntos de vista, centrándose en aspectos prácticos tales como la comunicación, el empleo o las barreras arquitectónicas. Sin embargo, raras veces se trata el tema del juego como elemento crucial para el desarrollo de estas personas.
Los niños/as que cuentan con un déficit físico, psíquico y/o sensorial suelen encontrarse, de entrada, en inferioridad de condiciones y con dificultades que le impiden disfrutar de una calidad de vida semejante a la que tendría cualquier otro niño/a de su misma edad. Son niños que se muestran más pasivos frente al juego a causa de sus limitaciones o tienen dificultad en tomar iniciativa propia debido a sus dificultades, y se acostumbran a que otro haga todo por ellos.
Suele pasar que cuando se entra en una juguetería y se buscan juguetes para niños con ciertas necesidades específicas, se pueden ver infinidad de juguetes, pero salir del comercio sin encontrar nada apropiado. Y es que para poder utilizar juguetes, muchos niños necesitan que éstos sean adaptados; es decir, que el juguete se ajuste a las posibilidades de movimiento del niño, a su capacidad para ver y oír y a su nivel de comprensión del mundo. Es por ello por lo que se requiere adaptar algunos juguetes elementales a las necesidades de los mismos.
Así, en relación con los déficits motóricos se puede tener en cuenta el tamaño de las piezas de los encajes, uso de conmutadores, antideslizantes, juguetes electrónicos que no obliguen a hacer movimientos demasiado rápidos o que se puedan regular los tiempos de respuesta, que no tengan que efectuar movimientos simultáneos (por ejemplo, pulsar dos teclas a la vez).
En relación a la deficiencia auditiva, se debe tener en cuenta los juguetes musicales, traducir los efectos sonoros a visuales, adaptándose luces de diferentes intensidades y frecuencias.
En cuanto a las limitaciones visuales, nos inclinaremos por aquellos juguetes que tengan un diseño sencillo, realista y fácil de identificar al tacto, que incorporen efectos sonoros y distintas texturas y que sus colores sean vivos.
Si miramos a nuestro alrededor, observamos que los niños juegan tan pronto como se les presenta la oportunidad, haciéndolo de una forma natural. El juego es parte de sus vidas, quizá la única parte del diario vivir en la que les es posible decidir por ellos mismos. Debemos entender que la actividad de jugar, además de ser la principal con que el niño cuenta para relacionarse socialmente y aprender, se constituye en un elemento imprescindible para su correcto desarrollo de la afectividad, de la psicomotricidad, de la imaginación y la creatividad, de la sociabilidad y de la inteligencia.
Jugar es vital para el desarrollo de la infancia ya que a través del juego se ponen en práctica todas las habilidades que favorecen la maduración y el aprendizaje además de proporcionarles placer y satisfacción.
Todos aquellos que hemos tenido la suerte y la experiencia de trabajar o mantener una estrecha relación con el mundo de la diversidad podemos afirmar que bien vale la pena la sonrisa de un niño; por lo que no debemos olvidar, que si todos queremos, podemos".
Ana Aguilera Artabe
Susana Báez Macias
Claudia Guisado Henríquez
Dámaris Florido Cáceres
Natalia Martín Mederos
Servicio de Logopedia de la Ciudad San Juan de Dios
Las Palmas de Gran Canaria