Dueños de su tiempo

Conversando hace unos días con un grupo de padres y madres surgió el tema de la organización del día a día, los deberes, la "AGENDA" de los niños. Da la sensación de que con el inicio del curso escolar las agendas infantiles deben estar igual de llenas o más que las de sus padres.
¿Y qué pasa con el ocio?¿con el tiempo libre?¿con la posibilidad de no hacer nada por un rato?¿Es que el día de los niños debe estar lleno hasta el último minuto?.
Como si existiera una regla no escrita que dice que no se debe estar sin hacer nada.
¿Pero qué es "no hacer nada"?.
Volviendo la vista atrás, a otras infancias...."no hacer nada" era estar en un solar frente a casa jugando con un palo y una piedra, era mirar a las hormigas caminar por el jardín hasta el hormiguero, era soñar despierto, era inventarse cuentos...Si ofrecemos a los niños un espacio de tiempo libre y nos detenemos a observarlos, descubriremos que son capaces de llenarlo de creatividad. Pero como nos hemos empeñado en ocuparles hasta el último segundo, tenemos como resultado niños que al primer minuto que se encuentran sin "algo que hacer"
dicen:- Me aburro. Y se quedan ,ahí sí verdaderamente agobiados, sin saber qué hacer.
Estamos confundiendo exceso de actividad con niños proactivos. El niño proactivo es el niño con iniciativa propia, el niño que no necesita que lo muevan, el niño que encuentra placer en su tiempo libre. Por el contrario el exceso de actividad puede llegar a resultarles muy agobiante.Alerta:¡Niños con stress!
Navegando por la web encontré una página en la que aparecían, dentro de una entrevista, estas palabras de Tonucci:
"En la jornada de un niño debería haber siempre un tiempo que él pueda administrar libremente para hacer lo que prefiere, dónde y con quién lo desee. Hace falta, pues, que los adultos no programen todo su tiempo y que haya sitios a los que el niño pueda ir sin ser acompañado ni vigilado.
También hace falta que la escuela reduzca las exigencias que van más allá de los horarios escolares. Eso no significa que los niños no deban hacer nada para la escuela durante las tardes o los fines de semana o en período de vacaciones. Pero se dedicarían mucho mejor a actividades para la escuela, si lo hicieran sin sentirse obligados, actividades que puedan controlar sin la asistencia de los adultos, como la lectura de un libro que ellos mismos hayan elegido, la descripción escrita o dibujada de alguna experiencia que los ha conmovido, de algún problema irresuelto, de algún descubrimiento.El niño debería sentir como un privilegio llevar a la escuela algo personal, que se convertirá en material de trabajo y de debate para todos".
Los maestros y los padres tenemos un gran desafío por delante, ofrecer al niño espacios para desarrollar su creatividad, para observar la naturaleza, para dibujar y pintar libremente (no en fichas o cuadrículas estereotipadas), para inventar sus propios juegos....
Espacios para que mañana sean dueños de su tiempo y de su libertad.
Como dice la canción de Ma.Elena Walsh "quiero tiempo pero tiempo no apurado, tiempo de jugar que es el mejor, por favor me lo da suelto y no enjaulado adentro de un despertador".
(La entrevista de Tonucci puede leerse completa en : www.fundaciongsr.es)