Emocionalmente Inteligentes.

Esta mañana leí en el periódico "El País", una nota sobre un estudio que se hizo acerca del acoso escolar ( entre alumnos) en los colegios de España. Un párrafo de la nota decía lo siguiente: "Uno de cada cuatro alumnos sufre de acoso escolar, según datos de un estudio efectuado a 25.000 menores. El análisis pone de relieve que el 60% de los acosadores acabará cometiendo un delito antes de cumplir los 24 años y destaca que el acoso escolar no hace diferencias entre colegios públicos, concertados o privados.El estudio también revela que el riesgo de sufrir acoso escolar se multiplica por cuatro en los niños de 7 y 8 años."
Si los datos del estudio son exactos, me preocupan especialmente dos cosas, una es que un altísimo porcentajes de los hoy niños acosadores podrían cometer un delito antes de los 24 años, y la segunda es que la franja de edad que presenta más casos de acoso son los 7 y 8 años.
Siete y ocho años, unos niños, unos pequeños, ¿ya convertidos en acosados y acosadores?. Si es real, ¡que mala noticia!
Sean los porcentajes exactos, exagerados o aproximados, hoy más que nunca defiendo la importancia de una educación que promueva, favorezca, estimule, aplauda, fomente, el desarrollo de la INTELIGENCIA EMOCIONAL. Esa inteligencia que nos convierte, nos transforma, en personas con autoconciencia, motivadas, asertivas, que saben escuchar, empáticas, respetuosas, resilientes....
Estas habilidades/capacidades, se aprenden desde el momento en que nacemos, se aprenden en la relación con los padres, abuelos, tíos, cuidadores. Se aprenden en los juegos entre hermanos. Se aprenden en el MODELO de convivencia y comunicación que nos ofrecen en la infancia los adultos que nos rodean.
Es decir que si un niño recibe un modelo adulto de empatía, respeto, comunicación, apoyo, tolerancia....repetirá ese modelo cuando salga al mundo, cuando comience su camino escolar.
Un niño que no ha sido herido, no hiere; un niño que no ha sido maltratado no maltrata; un niño que no ha sido acosado, no acosa.
La educación en valores comienza en casa y se continúa y complementa en la escuela.
La escuela obviamente tiene una importantísima tarea que hacer, debe ofrecer también un MODELO POSITIVO de convivencia, integración, respeto y comunicación. Los maestros, directores, jefes de estudio SON MODELOS y como tales su trabajo es fundamental en la prevención del acoso escolar.
El estudio es, en principio, impactante pero fundamentalmente es una LUZ ROJA. Algo está sucediendo en niños muy pequeños, es nuestra tarea como educadores intentar revertirlo.
Si enseñamos a nuestros alumnos a descubrir en ellos todo su potencial como personas, aprenderán a conocerse mejor y a autodirigirse positivamente, entonces harán elecciones sanas y tomarán buenas decisiones. ¡Merece la pena!.