El cole y la amistad.

Una muy amiga mía que vive en EEUU me pasó hoy una encuesta (de esas típicas de internet) para responder preguntas sobre mí misma. Nunca hago mucho caso de estas cosas pero ella, mi amiga, me la envió con sus respuestas.
Nos conocemos hace muchísimo tiempo, treinta años ya (¡¡¡vaya!!!). Nos conocimos en el colegio y hemos crecido juntas. Hace tres años que no nos vemos aunque estamos conectadas por mail y también por algo invisible, algo que está siempre ahí, manteniéndonos cerca a pesar de la distancia.La sorpresa fue que había respuestas suyas que yo nunca hubiese adivinado.
Como tenemos una cadena de amigas de toda la vida (via mail) la reenviamos y ¡más sorpresas! fueron llegando respuestas, todas con cosas que no sabíamos unas de las otras.
Y, de pronto, me descubrí pensando que por un lado hay muy pocas, poquísimas, cosas en la vida más valiosas que la amistad, que esa amistad de verdad, la de raíces, la de siempre. Me reí leyendo los recuerdos, me sorprendí descubriendo cosas que no sabía pero, sobretodo, fue como tenerlas al lado, a todas, a cada una.
Me di cuenta de que, aunque conozcas mucho a tus amigas(os) siempre hay un espacio para la sorpresa. Y eso es un regalo de la vida.
Me di cuenta que, aunque una se conozca mucho a sí misma, hay preguntas que, de pronto, despiertan historias, recuerdos, colores, olores, lugares, personas...
Mis amigas de siempre, las de toda la vida, las que crecieron conmigo, con las que yo crecí; las amigas que me vieron cada día durante la época del cole, las que después, más tarde, siguieron siendo parte de mi vida;las que no he vuelto a ver y las que he recuperado, todas de un modo u otro influyeron en mí y son parte de la persona que soy.
Esas amigas, las de siempre, las de toda la vida, las hice en el colegio.
Creo que lo mejor que nos puede dejar la época escolar son los amigos, el valor de la amistad. Lo que nos enseñan, los conocimientos, los olvidamos pronto o los relegamos a la memoria más callada. Pero las historias de amistad, hayan sido cortas o largas, malas o buenas, de ayer o hasta hoy; esas historias VIVEN en nosotros.
Lo mejor que me dejó el colegio son mis amigas ¿Y a tí?